Quien se ama a si mismo nunca hará daño a otro
Buda
Generalmente consideramos la gratitud como un sentimiento que proyectamos hacia
los otros. Agradecemos a quien nos cuida, nos ama, nos hace algún favor, nos da
algún servicio o asistencia.
Al ser responsables por nuestras propias vidas, todas las decisiones que
tomamos son mérito propio. Conlleva un trabajo de autoconocimiento aprender a
elegir las que contribuyen a nuestro bienestar real, crecimiento, expansión,
desarrollo, cuidado personal y satisfacer nuestras necesidades.
Agradecernos a nosotros mismos es agradecerle a la vida que nos habita, a
la sabiduría adquirida, a todo lo que vivimos que nos permitió tener una
consciencia mayor de auto-cuidado, auto-respeto y mayor sintonización con
nuestro propósito. Cuando te auto-agradeces, te estás reconociendo y
enraizando.
La propuesta de hoy es
agradecerte a vos mismo/a por todas las decisiones potenciadoras, de auto-amor,
auto-cuidado, auto-respeto, que pudiste darte. Agradecerte es amarte y amar tu
proceso. Podes hacerlo con lo del día o, si es la primera vez, podes aprovechar
para agradecerte todo lo que pudiste darte en el último tiempo.
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