Laboratorio de la Gratitud - Dia 2

Dar gracias por los alimentos que recibimos y tomamos diariamente 

genera en todos una conciencia del trabajo que implica el obtenerlos

 y empatía por quien carece de ellos.

Emma Sanchez

Alguna vez te pusiste a pensar que el alimento que consumís a diario requirió de la participación de la naturaleza y de muchos seres humanos para que pudiera llegar hasta tu mesa?

Pensá en las frutas y verduras: pudieron crecer gracias a que hubo plantas que dieron semillas, la tierra las recibió, hubo lombrices y abono de los animales que enriquecieron el suelo, el riego de la lluvia y la nutrición del sol. También el cuidado de los humanos a través del riego, de evitar que los bichos  y animales se las coman, la cosecha, el transporte, la distribución  y la venta. Toda una gran orquesta a tu servicio.

Lamentablemente, cuando quienes se ocupan de esa noble tarea piensan más en el dinero que en la gran misión que cumplen,  ese trabajo está mal remunerado, con malas condiciones laborales y hasta maltrato. Cuando compramos los alimentos en la verdulería o el supermercado no vemos todo ese trasfondo, pero de alguna manera estamos participando de esa cadena.

Un día me di cuenta que el alimento que consumo es el que constituye mi cuerpo. En ese momento elegí tener una alimentación más saludable. Empecé a informarme e incorporar a mi dieta más nutrientes. 

Varios años después, cuando mi consciencia comenzó a poder abarcar mas, me di cuenta que también me estaba alimentando de todo lo que estaba impregnado el alimento. Si hubo maltrato en la cadena, a nivel energético estaba consumiéndolo. 

La gratitud tiene un gran poder alquímico. Basta la consciencia de agradecer a todos esos seres que participaron para que el alimento llegara hasta nosotros para elevar la vibración de toda esa cadena y limpiar energéticamente el alimento.

Todos los días, antes de comer o mientras preparo la comida, tengo presente en mi corazón a todos los seres de esa cadena. 

La propuesta para el día de hoy es agradecer los alimentos antes de comerlos o mientras los estas comiendo y ampliar la consciencia a todo lo que permitió que te llegaran. Eso permite que, sea cual sea el destino de esas personas, a través de tu pensamiento reciban una bendición. 
Dar gracias por los alimentos te permite conectar con la energia de la que todos somos parte, y especialmente con la Tierra. Cuando ingieres alimentos impregnados de gratitud, aumentas la conciencia de amor hacia vos mismo/a y hacia la Madre Tierra.