Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y
no deseo con exceso lo que no tengo.
León Tolstói
El ritmo de vida a veces nos hace conectar más con los deberes que con nuestra propia voz interna. Al tener que cumplir con muchos compromisos, a veces postergamos el descanso, el tiempo de disfrute y se nos pasa por alto reconocer todo lo que sucedió de bueno y todo lo que tenemos que contribuye a nuestro bienestar.
Tomarnos un momento para celebrar todo lo bueno que paso en el día, nos permite valorarlo y equilibrar un poco la lista de los deberes con la de los logros y el disfrute. Es ser un poco más justos con nosotros mismos.
La propuesta de hoy es simple. A la noche, antes de dormir, podes hacer un recorrido mental por todo lo que viviste en el día y agradecer por todo lo que sientas que te pasó de bueno.
A quién agradecerle? a vos mismo/a, a la Vida, a la Madre Tierra, al Universo, a Dios... vos elegís. Es una hermosa práctica para incorporar en la vida cotidiana.
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