1 ene 2018

Laboratorio de la Gratitud - Dia 1




"Puedo comenzar mi gratitud hacia lo primero que surge espontáneamente. Luego pienso en todo lo que doy por sentado que tiene que estar ahí. Agradezco tanta inteligencia trabajando a mi favor. Cuento con un cuerpo que me permite vivir. Agradezco a mi corazón que late."
Erika Astorgano y Luciano Lopez Guzman


Muchas veces perdemos de vista que lo que nos permite tener la experiencia humana es nuestro cuerpo. No hemos hecho nada para crearlo ni construirlo, sin embargo nos es propio. Es un gran misterio que sucede con nuestro Ser cuando el cuerpo deja de estar vivo. Nos fue dado por un tiempo limitado, porque así es la aventura de la vida: empieza y termina.
Nuestro cuerpo tiene algunas cualidades interesantes. Una de las que más me maravilla es su capacidad de funcionar automáticamente. Nuestro corazon late y bombea la sangre aunque no pensemos en hacerlo. Digerimos los alimentos (sea lo que sea que comamos). Constantemente hay una inteligencia que trabaja para llevarnos a un estado de equilibrio.
Esa inteligencia es, para mi, otro gran misterio que reverencio. Mi cuerpo sabe mejor que yo muchas cosas. Por eso trato de escucharlo y respetarlo cada vez más. 
Lamentablemente, muchas veces valoramos lo que tenemos cuando lo perdemos. Cuántas veces nos pasó, luego de pescarnos un gran resfriado, sentir la bendición que es respirar? Por que esperar a una situación así? 
Agradecer por aquello a lo que estamos acostumbrados a tener  es una forma de sacarlo de la "normalidad" para colocarlo dentro del espacio sagrado de nuestra vida. Es también reubicarnos nosotros con respecto a la Madre Tierra y toda la creación en un lugar de mayor humildad.


La propuesta para este primer día es, en algún momento o varias veces al día, tomarte unos minutos para agradecerle a tu cuerpo. 



Podes agradecerle a tus piernas mientras estás caminando, por permitirte desplazarte. Cuando realices algo con tus manos, agradecerles por todo lo que te permiten realizar y crear. Mientras escuchas, miras, sentís aromas o texturas podes agradecerle a los órganos de los sentidos por todo lo que te permiten sentir, percibir y conectarte con la vida... y así, con cada parte de tu cuerpo que vayas tomando consciencia.


Todas las noches, antes de dormir, ya metida en la cama y con los ojos cerrados, me dedico a percibir mi cuerpo como un todo. Mentalmente le hablo a mis células y les transmito mensajes de amor, confianza y gratitud. Es un momento muy íntimo y potente. 

Si te dan ganas, podes probar y ver que te pasa. A veces, cuando hacemos algo por primera vez, sobre todo cuando es un ejercicio muy sutil como este, no logramos percibir diferencia. Pero con la práctica, la sensibilidad se va despertando. Te digo esto para alentarte a probar todas las veces que quieras y, si lo deseas, incorporar el habito. Las primeras veces que lo hice, me di cuenta cuanto me costaba irradiar amor hacia mi misma, transmitirme confianza. Me permitió tomar consciencia de un lugar muy importante hacia donde no estaba llevando amor: hacia mi y mi cuerpo.
En esta sociedad en la que nos hacen creer que para ser amados nuestros cuerpos tienen que ser como el de los modelos, amarnos siendo como somos y con los cuerpos que tenemos a veces se dificulta. Ahora, eso es solo una creencia y puede ser desprogramada en cualquier momento. Este ejercicio es, para mi, una gran herramienta para desenganchar esos pensamientos y abrirme a que el amor también sea cuerpo.

Podes agradecerle a la inteligencia que hace que tu cuerpo funcione de forma coordinada. Si alguna parte de tu organismo padece algún desequilibrio, podes pedirle esa inteligencia que brinde la ayuda necesaria. A veces rechazamos el dolor y queremos anestesiar al cuerpo, silenciando asi mensajes muy profundos que estan pulsando dentro nuestro. Yo recien ahora estoy aprendiendo a no evadir el dolor y, cuando me abro a escuchar lo que mi ser esta expresando a través  del dolor, el dolor desaparece. Gracias a esta experiencia, hoy también puedo agradecer el dolor.

Este ejercicio se volvera muy rico si le das tu toque personal, usando tu creatividad y abriéndote a tu propia exploración.
Puede ser una muy buena idea llevar un diario donde puedas escribir lo que te va pasando a medida que incorporas la gratitud en tu vida cotidiana, con mayor presencia.
Te invito a compartir en el espacio del blog tus dudas, dificultades, descubrimientos.

Gracias por sumarte a esta experiencia.


Gracias queridos dedos y a mis amados ojos por permitirme digitar este texto. 

Hasta mañana!

Un abrazo,
Gabriela Santermer


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